Tecnofeudalismo
- Camilo Vargas Walteros
- 1 sept
- 20 Min. de lectura
Cuando tenía 5 años amaba un disfraz de príncipe. Dicho vestido tenía una corona, unas telas azules y blancas que junto a una capa cobijaban todo mi ser. La capa me brindaba confianza, dentro mis mundos de fantasía, nutridos por flores de lis, que brillaban por su elegancia. Desde la distancia de mi infancia, desde el presente del ahora, creo la consciencia necesaria, para comprender ese misterio. El misticismo de las flores de lis lo encontramos dentro de la heráldica, especialmente como representación artística de los lirios. Dicha flor fue utilizada por los egipcios como símbolo del renacimiento, particularmente en las ceremonias de los difuntos. Milenios más tarde, y posterior a la caída del imperio romano de occidente, el primer rey franco, adoptó la flor de lis como símbolo de unión entre la monarquía y el cristianismo.
Transición del feudalismo al capitalismo
El fin del imperio romano de occidente dio inicio a la edad media, dentro de la cual predominó un sistema social, donde los dueños de la tierra, otorgaban el derecho a explotar sus parcelas, con el fin de que los siervos realizaran actividades agrícolas y ganaderas. Al final de la cosecha el señor feudal recogía los frutos de los campesinos, quienes se quedaban con una pequeña fracción. Aunque el feudalismo estuvo vigente durante siglos, la Figura 1 pone en evidencia la pérdida de valor de las tierras agrícolas (área gris oscura), la cual en 1700 representaba cuatro veces el ingreso nacional, pero en 1900 quedo reducida a su mínima expresión. En otras palabras, el feudalismo coexistió con el capitalismo, pero tuvo un final repentino en los siglos XVIII y XIX (salvo en algunos países en vías de desarrollo donde los terratenientes conservan su poder).

Desde otra óptica, y según la interpretación de la Figura 1, el sistema capitalista registró un valor equivalente a tres veces el ingreso nacional (700% - 400%), conformado por viviendas y otro capital doméstico (maquinaria, equipos y activos financieros). Dicho sistema le ganó terreno al feudalismo, no porque creciera en importancia, sino más bien debido a la pérdida de valor de las tierras agrícolas, gracias a un proceso según el cual, los siervos, quienes dedicaban su vida al señor feudal, fueron expropiados de las tierras comunales (privatizaciones masivas). De esta forma los capitalistas adquirieron poder sobre los campesinos, quienes al perder su sustento agrícola, no tuvieron otra opción, se transformaron en asalariados. De este breve recuento me surge una duda: ¿Qué es un capitalista? Es un emprendedor con una idea a ser implementada, bajo la incertidumbre de los mercados, y quien extrae beneficio a partir de la diferencia entre el precio de un producto, y la remuneración de su mano de obra. *
Imagina lo que podrías hacer si fueras dueño de tú identidad digital, y pudieras demostrar quién eres sin depender de una tarjeta bancaria y una empresa como Uber, quien procesa esa tarjeta y registra todos tus viajes. De la misma manera que un GPS registra tú ubicación, tendrías la oportunidad de publicar en Internet: “Soy Sofia, estoy en el cruce entre las calles Aristóteles y Platón, y me dirijo al aeropuerto. Alguien quiere pujar para llevarme”. En cuestión de segundos recibirías múltiples ofertas de personas y organizaciones con licencia para transportar pasajeros.
Avancemos rápidamente en el tiempo, para ubicarnos en el epílogo del siglo XX, una nueva tecnología invade los hogares, el Internet. En ese entonces, y según lo expuesto en la cita textual (en negrilla), el Internet de los noventas, era equivalente a las tierras comunales que administraban los señores feudales, es decir, era un bien no mercantil, considerando que sus orígenes y expansión, fueron aportados por la industria militar, particularmente durante la guerra fría, y como respuesta para salvaguardar la información. Bajo esta óptica, el Internet nace como un esfuerzo colectivo para crear una red descentralizada de comunicación, pero al igual que la transición del feudalismo al capitalismo, el inicio del siglo XXI marcó los inicios de un nuevo sistema, del cual fue pionero Steve Jobs.
Resulta que la invención y popularidad del I-Phone, permitió que Apple creara un ecosistema virtual, bajo el cual clientes y proveedores, podían interactuar en una plataforma digital: el Apple Store. Más adelante otro software, construiría su propio feudo virtual, Google y su arsenal de aplicaciones, consolidaron la privatización del Internet. La recopilación de datos, el seguimiento de la actividad digital, y la selección invisible de contenidos, marcarían el comienzo de las gigantes tecnológicas (Big Tech), y el fin del Internet original.
Tecnofeudalismo
Las gigantes tecnológicas lideradas por Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, Larry Page y Sergey Brin, crearon un sistema social que sorprende por su nombre: tecnofeudalismo. Si bien es cierto que estos señores colocaron la infraestructura necesaria para que su negocio se expandiera, su actividad económica se asemeja al feudalismo. Veamos los motivos.
Primero, cobran una renta periódica por utilizar sus plataformas digitales, por ejemplo, una suscripción mensual a Netflix, o una licencia de uso que permite ejecutar sus productos, como es el caso de Microsoft Office (existe una versión de Office a perpetuidad, pero ese único pago es equivalente a todas las suscripciones). Netflix y Office representan situaciones de cobro de rentas en bienes digitales, porque se otorga una licencia de uso, pero en los últimos años dichas prácticas se han extendido a bienes físicos, me refiero a impresoras, vehículos y neveras, donde se debe pagar un peaje por tener derecho a disfrutar de un bien que es de nuestra propiedad.
Segundo, no operan en un mercado, aunque nos hacen creer lo contrario. Consideremos el caso del mercado bursátil, es un libre mercado porque la información es pública, y se conoce todos los precios de las transacciones, pero en Uber un algoritmo decide el precio del viaje, y muestra un solo conductor con quien tomaremos el servicio. En esa línea, pero con sabor latinoamericano, en Mercado Libre, un comprador no puede contactar directamente al oferente, salvo en su plataforma digital, y a través de preguntas que no refieran a la información de contacto.
Tercero, los neo terratenientes al ser dueños de una plataforma digital, no están obsesionados con el beneficio empresarial (como un capitalista), sino en la extracción de rentas indefinidas, porque si reportan muchas ganancias, incrementan el impuesto a las utilidades, y por eso camuflan sus rentas en finca raíz, acciones empresariales, islas exóticas, obras de arte y cripto activos. Motivo por el cual estos señores aborrecen el impuesto a la riqueza, porque en la propiedad de los bienes, se encuentra su verdadero poder económico (además de eludir el impuesto a las herencias).
Cuarto, el dueño de un feudo virtual no atrae siervos mediante una reducción en el precio de sus plataformas digitales, como sería el caso de un mercado competitivo, sino ofreciendo una experiencia diferente, piense en como TikTok atrajo la atención de los usuarios, no brindó algo más económico, propuso algo novedoso. Por estos motivos los señores neo feudales cercan sus terrenos virtuales empleando “normas de privacidad”, con tal de evitar que otros competidores recojan datos de sus vasallos, tal y como lo hizo Apple a comienzos del siglo XXI.
Poco a poco, él se fue dando cuenta de que todas las hamacas y todos los bordados que producían centenares de artesanos, tenían que ser comercializados a través de un mismo intermediario, que era también uno de los más grandes propietarios de tierra alrededor del pueblo. Haciendo muy sencillas sumas y restas, y sabiendo que sus parroquianos, por mucho que trabajaran en sus telas, a duras penas podían llegar a fin de mes, se dio cuenta que la mayor parte de las ganancias se quedaban en manos de una sola persona, el intermediario local, quien era también el cacique que ponía al alcalde.
La cita textual (en negrilla) muestra un escenario que parece distante de las grandes tecnológicas, pero que en última instancia me recuerda a Amazon. Su señor feudal (Bezos) es un mega intermediario entre proveedores y clientes, cobrando a cada vendedor una renta por colocar sus productos en su plataforma digital, e imponiendo una tarifa a cada comprador. *** Llegados a este punto surge una crítica: ¿Estamos obligados a utilizar los feudos virtuales? Pensemos en Lego, una gran empresa, quien no depende de Amazon para ofrecer su mercancía, toda vez que vende sus juguetes en su página web. El ejemplo que acabo de dar es la excepción a la norma, más aún cuando nos referimos a negocios pequeños. Recuerdo cuando publique mi primer libro de Economía: “El equilibrio de todos nosotros: De la microeconomía individual al colectivo espiritual”. Dicho libro lo subí a través de Amazon (Kindle Publishing), porque me resultaba mucho más económico frente a un proceso Editorial, y adicionalmente tenía más control (y más trabajo) sobre la creación y el desarrollo del proyecto.
La publicación de mi libro también se replica en otras situaciones. Considere una emprendedora de brownies y malteadas, quien promociona su negocio a través de Instagram, dudo mucho que ella tenga un espacio en Internet que le permita hacer crecer su negocio, razón por la cual debe recurrir a los feudos digitales de las grandes tecnológicas. En todo caso, al subir historias a Facebook, videos a YouTube, fotos a Instagram o reseñas a Amazon, alimentamos el capital digital de los neo terratenientes. Ese capital en la nube hace crecer el feudo virtual, con la importante diferencia que, en el feudalismo clásico, los siervos trabajaban las tierras para comer, y el relato religioso daba sentido a su ocupación, mientras que en la actualidad los vasallos digitales, trabajan para divertirse en mundos irreales, pastoreados y dirigidos por influenciadores y algoritmos.
Bancos Centrales y la desigualdad económica
Cada uno de nuestros actos digitales hace crecer a las grandes tecnológicas, pero los nuevos señores feudales reciben otro tipo de apoyo, me refiero a subsidios gubernamentales. En el medioevo el monarca respaldaba a los señores feudales, pero en el siglo XXI los Bancos Centrales, especialmente en los países desarrollados, y puntualmente la Reserva Federal de Estados Unidos, al inyectar tsunamis de dinero, durante la crisis internacional de 2008, y los encierros de 2020; han permitido que la riqueza de los neo terratenientes alcance la estratosfera.
Veamos la intuición. Cuando un Banco Central otorga dinero a un banco, espera que este le otorgue un crédito a un ciudadano de a pie, por ejemplo, para que se compre una hamburguesa (consumo), y también espera que dicho banco, le preste dinero a una empresa, como es el caso de una panadería, con el fin de adquirir un horno que le permita producir más (inversión). El problema se presenta cuando un banco recibe dinero, y lo utiliza para hacer locuras, porque desconfía que luego de una recesión, una compañía pequeña o un desempleado, puedan pagar la deuda, entonces el banco le presta a una gran empresa, por ejemplo General Electric, pero como sus Directivos dudan si van a vender más productos (porque la Economía está saliendo de una crisis) deciden recomprar sus propias acciones, con lo cual aumenta el precio de su acción, y sus Directivos incrementan su remuneración, toda vez que su bono se encuentra ligado al desempeño accionarial (es como si una persona tuviera un apartamento, y le depositan una plática en su cuenta de ahorros, después utiliza esos nuevos ahorros, para volver a comprar su inmueble a un precio más alto).

La consecuencia de todo lo anterior se describe en La Figura 2, observe como una mayor emisión monetaria (M2), se encuentra relacionada con un mayor crecimiento del mercado accionario (S&P 500). En otras palabras, la inyección monetaria de los Bancos Centrales termina valorizando los índices accionarios, lo cual se materializa en burbujas especulativas, no solo en el mundo empresarial sino también en la finca raíz, esto no es nuevo, durante el siglo XX el gran economista Hayek, nos advirtió de la capacidad que tienen los Bancos Centrales en la creación de burbujas financieras. Volviendo al tema: ¿Cómo se benefician los neo terratenientes de la emisión monetaria? Un mecanismo ya fue explicado, la recompra de acciones, pero a diferencia de otros sectores económicos, las grandes tecnológicas utilizan el dinero Estatal para ampliar su capital, me refiero a compras de torres de telefonía, cables de fibra óptica, servidores de red y satélites (que certifican el matrimonio entre Elon Musk y la NASA). No en vano el 90% de las inversiones de estas compañías, provienen (indirectamente) de los Bancos Centrales, en otras palabras, a través de préstamos de la banca tradicional.

Para comprender la magnitud de la realidad macroeconómica, es necesario tomar un microscopio y sumergirnos en las estadísticas de las grandes tecnológicas. Como se había mencionado, el S&P 500 es un índice accionario, y como buen indicador resume la situación de muchas compañías, piense en una canasta de huevos, cada huevo tiene el mismo tamaño, pero en la vida real los oferentes tienen diferentes tamaños, concretamente en la Tabla 1 las grandes tecnológicas marcan la pauta en Estados Unidos (pesan 32% dentro del S&P 500). Dicha Tabla detalla el momento en el cual cada empresa fue agregada al S&P 500, la participación dentro del índice (medida a través de la capitalización bursátil en miles de millones de dólares), y la rentabilidad promedio de cada acción de 2007 a 2024 (las Big Tech se resaltan en *). En línea con lo anterior, y considerando que las grandes tecnológicas se desenvuelven en los macro sectores de información, comercio e industria, y dado que los subsectores en los que operan contribuyen al 8,6% del PIB, es clara la paradoja de que cuando al mercado accionario le va bien, al PIB no tanto (al menos en el caso de Estados Unidos).
Las grandes tecnológicas ponen en evidencia las enormes desigualdades corporativas, potenciadas principalmente por la emisión monetaria de los Bancos Centrales, y favoreciendo puntualmente a los individuos que son propietarios de los feudos digitales. Por eso no debería sorprender que entre el top 10 de billonarios mundiales, 9 de ellos hacen parte de las grandes tecnológicas, y no solo eso, en conjunto los billonarios tienen más riqueza que el 50% más pobre de todo el planeta. En ese sentido, aunque los encierros buscaban el mayor bien para la sociedad, terminaron hundiendo la Economía, pero los neo terratenientes registraron aumentos en su riqueza. Según la Figura 3, el 0,001% más rico (1 por cada 100.000 personas) incrementó su riqueza del 5,5% al 6,4% del total mundial (a partir de 2020).

La situación es preocupante porque nos hacen creer que los dueños de las grandes tecnológicas son capitalistas, y si bien una parte de su actividad es capitalista, su centro económico es rentista, mediante el arrendamiento de sus propiedades virtuales. En ese sentido es importante recordar que un capitalista tradicional se endeuda con bancos para hacer crecer su negocio, mientras que los neo terratenientes reciben subsidios del gobierno en forma de emisión monetaria. Siguiendo esa lógica, un capitalista reinvierte sus utilidades para expandir su operación, mientras que los señores feudales (y uno que otro capitalista) se concentran en adquirir bienes de baja productividad (inmuebles de lujo, obras de arte, equipos de fútbol).
Una historia de tres titanes
La desigualdad económica no es patrimonio exclusivo de las grandes tecnológicas, me refiero a que los grandes rentistas financieros, representados en los tres titanes en la administración de activos (Asset Managers), también se quieren llevar todo el pastel. Para entender la actividad de una administradora de activos (AA), consideremos el caso de un inversionista institucional, por ejemplo, un fondo de pensiones. Dicho fondo recibe ahorros de muchas personas, pero a diferencia de un banco no presta ese dinero, sino que lo invierte buscando rentabilidad para sus clientes, a cambio de lo cual recibe una comisión. En Colombia, la entidad que recibe las pensiones es la misma que se encarga de su administración, por ejemplo: Porvenir (en otros países se utiliza la tercerización de inversiones, es como si Porvenir contratara a Black Rock para que gestione sus recursos). A nivel mundial los titanes en administración de activos en su orden son: Black Rock (BR), Vanguard (V) y State Street (SS), quienes en conjunto suman activos equivalentes a todo el PIB de Estados Unidos (US $ 22.000 millones).

Que los tres titanes en conjunto sean tan grandes como la economía norteamericana, y que sean el principal accionista en 80% de las empresas por capitalización de mercado; llama la atención, especialmente en temas de conflictos de interés, es decir en la administración de esas compañías (salvo en las Big Tech donde los billonarios no venden sus acciones). Si bien los titanes afirman que no intervienen en los lineamientos de los Directivos, surgen situaciones que van contra la competencia, por ejemplo, Vanguard es el principal accionista de Ford y General Motors. A parte de posibles prácticas anti competitivas, existe otro conflicto de interés en la regulación financiera. Considere el caso de un policía, quien detiene un camión para inspeccionarlo, pero la compañía que administra los camiones le promete trabajo: ¿Será que el policía realizará su trabajo objetivamente? Esta situación se presenta cuando un funcionario de la Reserva Federal, quien regula a las administradoras de activos, termina trabajando en una administradora de activos.

Antes de continuar permítame resaltar otro punto de las administradoras de activos (AA). Después de la crisis global de 2008, las AA volcaron su negocio hacia la finca raíz, y al hacerlo se transformaron en rentistas de capital, un pariente cercano de los neo terratenientes. Me explico, cuando Black Rock compra cuadras de edificios, busca rentabilidad a través de dos fuentes: el inmueble se valoriza, o el precio de los arriendos se incrementa. La crisis inmobiliaria de 2008 brindo una oportunidad de oro a los tres titanes, toda vez que la recesión deprimió el precio de las viviendas, oportunidad perfecta para adquirir inmuebles, y mientras el sector constructor no se recuperaba, la escasez de vivienda elevaba los precios. Esta situación genero dos efectos colaterales: los titanes hicieron más plata, y el ciudadano de a pie no podía acceder a una vivienda (por eso el incremento en las tasas de arrendamiento). *** **
El postre
El camino ha sido largo, pero vamos a la reflexión. Tener una sola voz que parecen muchas voces, destruye el proceso democrático, me refiero a que, si el único mensaje visible es el de las grandes tecnológicas, el relato que se impone es corporativo, y más aún cuando la gente cree que habla desde sus ideas, y no desde doctrinas generadas por influenciadores y algoritmos (por ejemplo, la narrativa según la cual la inteligencia artificial nos va a destruir). Si muere el pensamiento crítico individual, y la censura se masifica disfrazada de discriminación superficial, el camino hacia una dictadura digital global está cerca. No estoy hablando de ciencia ficción, según la Tabla 2, el alcance global de Google en todo Internet, se encuentra entre 78% y 98%; en otras palabras, Google tiene una amplia cobertura en cuan seguido nos ve (reach), y en cuantos lugares diferentes nos observa (site reach). Dichas prácticas son catalogadas como “capitalismo de vigilancia” (surveillance capitalism), el cual está destinado a obtener beneficios económicos, a través de publicidad personalizada, pero también tiene otro alcance, la capacidad de influenciar a los votantes en una democracia.

Se nos olvida que las democracias modernas nacieron después del capitalismo británico. Me explico, una democracia verdadera hace que el gobierno sirva a la voluntad popular, es decir el Estado atiende las necesidades de la mayoría. Una mayoría que al vivir en la pobreza, presiona por un mayor gasto público en educación, salud y justicia; pero como la desigualdad económica se ha disparado, los gobiernos centran su atención en sus acreedores, me refiero al sistema financiero y los billonarios que influencian el proceso político. Por eso me pregunto: ¿Cuándo vamos a votar legitimamos un proceso que favorece intereses particulares o el bienestar colectivo? Con tal de evitar la manipulación política: ¿Deberíamos limitar nuestra exposición a redes sociales? Al vivir en la sociedad del entretenimiento: ¿Hasta qué punto nos dejamos sugestionar por la inteligencia artificial? Si la clase media se encuentra al borde de la extinción: ¿Estaremos destinados a ser arrendatarios?
En última instancia lo que más me inquieta no es tanto que el tecnofeudalismo se allá instalado en las plataformas de comercio y en las redes sociales, sino en la capacidad que tiene de extenderse como un virus, al resto de la Economía. Por ejemplo, Hewlett Packard (HP) que es la marca del computador en el cual escribo este blog, implementó la práctica de cancelar el funcionamiento de una impresora, en caso de no pagar una suscripción periódica, además de obligar la compra de cartuchos directamente en la tienda HP. *** *** * Esta situación se asemeja al cobro de un impuesto por parte de una entidad no gubernamental (como cuando un grupo al margen de la Ley cobra un peaje), y en forma complementaria, dichas suscripciones implican el pago de una renta indefinida, bajo la amenaza de no acceder a un bien físico que es de nuestra propiedad. Por fortuna estas prácticas fueron sancionadas moralmente en Estados Unidos, y ante la posibilidad de recibir multas, algunas compañías se retractaron.
En todo caso espero que nunca se les ocurra extraer rentas periódicas de los bienes de primera necesidad, como es el caso de los alimentos, que son bienes que todos deberíamos tener acceso por el simple hecho de existir. Por eso soy fan de los mercados agrícolas de barrio, y siempre llevo efectivo, con tal de espantar el fantasma del tecnofeudalismo.
PD 1: El nombre del blog se soporta en el título del libro de Varoufakis (2024). La primera cita textual al comienzo del blog (en comillas), es tomada de la versión digital del mismo libro (capítulo 3 “El capital en la Nube”, sección “Los nuevos cercamientos”, párrafo 10). En la cita original “George” fue sustituido por “Sofia”. La segunda cita textual (en comillas), es tomada del libro de Abad Faciolince (2022) en la página 172. La frase “la recopilación de datos…y la selección invisible de contenidos” también es tomada del libro de Varoufakis (capitulo 3, sección “Los comienzos del capital en la nube, párrafo 10)”.
PD 2: En Estados Unidos las empresas que ofrecen productos por Internet, han sido puestas en evidencia bajo la aplicación de “vigilancia de precios” (price surveillance). Según dicha medida, las compañías cobran precios personalizados por el mismo bien según la Disposición a Pagar del Consumidor (no confundir con segmentación de mercado). Tomemos el caso de Uber, y como para un mismo trayecto, y la misma hora, a dos personas se les cobra un precio diferente. Parece irreal, pero si Uber se entera que tienes poca batería en el celular, entonces quizás vas a pagar un mayor precio por el mismo trayecto. La pregunta del millón es: ¿Cómo sabia Uber el estado del celular? Recordemos que la información que recolectan nuestros dispositivos, se filtra, porque existe una rentabilidad económica en la comercialización de dichos datos.
PD 3: En Estados Unidos la privatización de los Care Home (residencias de cuidado de personas mayores) por parte de las Administradoras de Activos, registra una mayor tasa de mortalidad en sus usuarios, gracias a las reducciones de costos que consiguen al despedir enfermeras. Situación que pone en evidencia, el interés de estas administradoras en generar rentabilidades de corto plazo, a costa de no hacer inversiones de largo plazo (infraestructura). A pesar de lo anterior, reconozco la existencia de casos de éxito, por ejemplo, los servicios de telefonía móvil han reducido su precio incrementando su cobertura.
PD 4: El 0,001% con mayor riqueza (1 por cada 100.000 personas) incluye un grupo selecto, me refiero a billonarios, quienes tienen al menos mil millones (MMM) de dólares en activos (descontado deudas). La lista es liderada por el rentista espacial, Elon Musk con US $ 414 MMM. A años luz de distancia encontramos el colombiano en mejor posición, David Vélez con US $ 13 MMM. Sorpresivamente Larry Fink, santo patrón de Black Rock, pasa desapercibido con US $ 1 MMM. La riqueza acumulada de Musk (Tesla), Zuckerberg (Meta), Bezos (Amazon), Page y Brin (Alphabet) junto con Ballmer (Microsoft), totaliza US $1413 MMM, equivalente a 23 veces las reservas internacionales del Banco de la República.
PD 5: En cuanto a la libertad del Internet, y según “Freedom House”, los gobiernos que ejercen mayor coacción y manipulación son: China, Cuba, Egipto, India, Indonesia, Irán, Iraq, Pakistán y Rusia (Venezuela es el peor ranqueado en América Latina). En la evaluación fueron consideradas interrupciones deliberadas del Internet, redes sociales bloqueadas, censura de sitios web con contenido político, social o religioso, además de arrestos, violencia física, y muerte de usuarios según su actividad en línea.
Notas y referencias
Imagen de portada: Fuente: Pexels (la fotografía es de Cottonbro studio, código “8721318”).
Figura 1: Piketty (2014).
Figura 2: Seeking Alpha.
Figura 3: World Inequality Report (2022).
Figura 4: Elaboración propia.
Figura 5: Fichtner (2017).
Tabla 1: Elaboración propia. Datos Stock Analysis, Slick Charts y Yahoo Finance.
Tabla 2: Bonfils (2025).
*Para los curiosos. En la Figura 1 el Capital Extranjero Neto (área blanca) son los Activos Externos Netos, es decir los activos en propiedad de residentes del país en el resto del mundo. El caso británico muestra como durante el siglo XIX, al posicionarse como imperio mundial, el Reino Unido recibía ingresos por el manejo de sus colonias, y los prestamos realizados al resto del planeta. El fin de la segunda guerra mundial supuso el fin de estos privilegios, en parte por la independencia de India, Pakistán, Israel, Jordania, Nigeria, Kenia, Jamaica y muchos otros. Adicionalmente las finanzas británicas se desinflaron ante la pérdida de la libra esterlina, como divisa de reserva mundial (acuerdo de Bretton Woods).
**Por eso se dice que el capital son las máquinas que participan en el proceso productivo, piense en como la máquina a vapor y el ferrocarril, ampliaron la producción minera y aceleraron el transporte. En ese sentido un capitalista también emite acciones para financiar su operación (la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales lo hizo por primera vez en el siglo XVII).
***Se estima que Amazon obtiene hasta el 40% del precio de compra por cada transacción. Esto no incluye las rentas cobradas por otros servicios tales como el “free shiping”, la tarifa por posicionar un producto en la plataforma, o las sanciones económicas en caso de colocar un producto en otros sitios de Internet (a precios más bajos).
*** *Tesla y Meta no tienen información desde 2007, toda vez que emitieron acciones a partir de 2010 y 2012 (en estos casos la rentabilidad fue ajustada a 12 años y 14 años). La participación resulta de dividir la capitalización de una empresa entre la capitalización de todo el S&P 500, pero se encuentra ajustada por indicadores de liquidez. La capitalización de Alphabet es la suma de las capitalizaciones individuales de las acciones con derecho a voto (GOOGL), y sin derecho a voto (GOOG). Chat GPT me ayudo a encontrar las fechas en las cuales las empresas ingresaron al S&P 500, y me brindo información de las diferentes acciones de Google.
Chat GPT también me colaboro con las clasificación y participación de los subsectores económicos, relacionados con las actividades de las grandes tecnológicas. En ese sentido Alphabet y Meta entran en los subsectores 515120 (televisión broadcasting), 518210 (data procesing and hosting) y 519290 (web search portals) quienes en conjunto aportan 3% al PIB. Apple centra su actividad en 3341 (electronic computing manufacturing) y 3342 (communications equipment manufacturing) quienes contribuyen 1,6% del PIB. Si bien Amazon resalta en las actividades 443 (electronics & appliances stores), 445 (food & beverages stores) y 454 (nonstore retailers), su foco principal es en 454110 (electronic shopping and mail-order houses) quien agrega 1% al PIB. Microsoft se clasifica en 511210 (software publishers) y Nvidia en 334413 (semiconductor & device manufacturing), estos últimos aportan 3% al PIB. Si sumamos todo lo anterior el gran total es 8,6% del PIB (3% + 1,6% + 1% + 3%).
*** **En Colombia esto es equivalente al “leasing habitacional”, pero en nuestro país el arrendamiento no lo supervisa una administradora de activos, sino el banco que realiza el contrato de arrendamiento. En Colombia las tasas de desalojo inmobiliaria: ¿Son más altas en leasing habitacional o en créditos hipotecarios?
*** ***La analogía “en cuan seguido nos ve y en cuantos lugares diferentes nos observa” es de Chat GPT. En forma técnica “reach” mide la presencia en todas las páginas, mientras que “site reach” mide la presencia en sitios únicos. Observe como Apple es el gran ausente en la Tabla 2.
*** *** *La moda de cobrar subscripciones por tener derecho a usar productos que son de nuestra propiedad, es coherente con las ventas cuatro veces superiores de las compañías rentistas, frente a todas las empresas que se encuentran en el S&P 500 (de acuerdo al Subscription Economy Index).
*** *** **Estas ideas son de Emilio Carrillo. Para una exposición alternativa ver la película Elysium (2013).
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Apéndice: ¿Futuro transhumanista?
Las grandes tecnológicas también contribuyen al desarrollo del transhumanismo. Dicho sistema se fundamenta en una obsesión por la salud, específicamente en prolongar la vida utilizando la tecnología como único mecanismo. Según lo anterior, en un futuro no muy lejano, existe la posibilidad de que la humanidad se subdivida en cuatro grupos. El primero contiene personas orgánicas, es decir, no se insertan partes mecánicas o biónicas, bien porque voluntariamente deciden no hacerlo, o porque no tienen dinero (este grupo será la mayoría). La segunda categoría incorpora una minoría, conformada por humanos híbridos, quienes se trasplantan órganos biónicos, además de implantes de ADN. Los humanos editados hacen parte de la tercera agrupación; toda vez que desde el feto, se realizan manipulaciones genéticas con el fin de ampliar sus capacidades. Por último, encontramos los humanos mecatrónicos, una minoría dentro de la minoría, quienes quieren construir un robot biológico, al cual (supuestamente) se puede transferir la consciencia.
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