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Mi historia esta aquí

La primera vez que relate mi historia fue en 1992. Me encontraba en el Colegio y había marcado mi primer gol. Sentía tanta alegría que registré la proeza en una hoja de papel. Desde ese entonces escribo los pensamientos que he sembrado en mi interior, y que más adelante se manifiestan en las emociones que navegan a lo largo y ancho de mi ser. Estos relatos han sido guardados como quien almacena su tesoro más preciado, y precisamente por estos motivos, me conmuevo al ver cuadernos y portaminas porque puedo contar mi historia y aprender de mis experiencias. Mi historia hace parte de una historia más grande, la historia económica de mi país.


Comprender la historia de Colombia me remite a la frase: “país fragmentado, sociedad dividida”. Colombia se encuentra influenciada por su geografía a tal punto, que este hermoso territorio tiene gran diversidad cultural y biológica. Las cordilleras han servido como barreras infranqueables que separaron a sus habitantes desde tiempos inmemoriales. Al norte de la cordillera central situamos una región que, durante la época de la colonia, se caracterizó por desarrollar una economía de comercio exterior, no solo de bienes sino también de esclavos, por estos motivos su población se caracterizó por ser originaria de África. Al oriente de la cordillera central se localiza una zona predominantemente agrícola y de manufactura artesanal, trabajos realizados principalmente por aborígenes. Al occidente de la cordillera central la actividad minera a base de oro también era ejecutada por africanos. Esta fragmentación geográfica fue reforzada por el proceso de colonización, pero el río Magdalena y la religión católica contrarrestaron lo anterior (integraron a la nación).


Los territorios continuaron dispersos no solo en lo geográfico sino también en lo económico. Una explicación se encuentra en el bajo nivel comercial entre regiones. Al tener gran diversidad de flora y fauna, los alimentos y vestidos se producían en cada zona porque la ecología andina permite cultivar variedad de bienes agrícolas como la papa, el maíz y el aguacate. En ese sentido era como si cada región fuera autosuficiente y si a lo anterior le agregamos las cordilleras, los costos de transporte se volvían bastante elevados y, en consecuencia, resultaba más económico importar algunos bienes. * Otro efecto del bajo nivel comercial fue la rivalidad política, en el sentido que es más fácil declarar la guerra a alguien con quien no comerciamos frente a alguien con quien sí. Adicionalmente no existía un territorio que dominará sobre los demás, en parte porque Colombia se caracterizaba por tener baja densidad poblacional, y por estos motivos se producían constantes guerras civiles (en ese tiempo se le dio una oportunidad al sistema federal).


El ocaso del siglo XIX e inicios del siglo XX señalaron el fin de la adolescencia colombiana. Los conflictos internos se redujeron a raíz de la Constitución de 1886 y, particularmente al finalizar la guerra de los mil días. El absolutismo conservador fue testigo de la expansión cafetera y como está desarrolló la infraestructura ferroviaria. Estas vías conectaron a Bogotá con el río Magdalena y a Cali con Ciudad de Panamá, pero no existía conexión entre Bogotá y Medellín. Del mismo modo la expansión del comercio exterior transformó la importancia relativa de las ciudades; Cali desplazó a Popayán, Barranquilla sobrepasó a Cartagena y Santa Marta, Medellín reemplazó a Santa Fe de Antioquia. Esa expansión económica fue posible gracias al inicio del proceso de urbanización, la indemnización por Panamá y la estabilidad política (el partido ganador daba 1/3 de las curules al perdedor). En esa época la iglesia tenía el monopolio de la educación, hacía de banco y prestaba a los terratenientes.


La época liberal comenzó con el desenlace de la crisis internacional de 1929. En ese entonces se consideró al Estado como el mecánico que repara un auto descompuesto. El gobierno asumió un rol protagónico en diferentes aspectos, en lo laboral (sindicatos), económico (Banco de la República) y educativo (laico). Por estos motivos el mayor gasto gubernamental permitió desarrollar una infraestructura apropiada para la topografía nacional. En cierta forma las carreteras modificaron la demografía e integraron económicamente al país. Este proceso de infraestructura tardo cerca de 40 años, y desde 1950 vio como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla consolidaron su importancia económica. Hacia esa década se formaron pequeñas familias inter regionales, es decir, se podía ver un matrimonio entre una caleña y un costeño.


Pasados unos años de la segunda guerra mundial, la política de industrialización basada en la sustitución de importaciones (ISI) impulsó el sector industrial, en parte por el incremento sostenido en las exportaciones de manufacturas. En esas décadas (cincuentas y sesentas) Colombia implementó un régimen de tasa de cambio fijo. Bajo ese sistema el Banco de la República defendía el precio del dólar, por ejemplo, según la Figura 1 de 1950 a 1957 se transaban $2,5 pesos colombianos por $1 dólar norteamericano. Realizar este malabarismo exigía al Banco Central vender sus reservas cuando el mercado ejercía presión. En otras palabras, cuando se incrementaba la demanda por dólares, el Banco cedía y la tasa de cambio aumentaba, por ejemplo, de $2,5 a $6,4. En ese sentido el precio del dólar era constante, pero cada cierto tiempo se ajustaba. La pregunta es: ¿Por qué se mantenía el dólar fijo? Los exportadores (caficultores) percibían estabilidad en sus ingresos y los importadores podían predecir sus costos.



Figura 1: Régimen de tasa de cambio fijo y “Crawling Peg”

Finalizando los sesentas y durante los setentas la inflación se volvió inmanejable. En ese entonces se adopta el régimen cambiario semi fijo que en la práctica es el mismo régimen fijo, pero con mayor velocidad de ajuste, es decir, imagine las escaleras de la Figura 1, pero ahora en escala microscópica, por eso después de 1966 Colombia implementa el sistema “Crawling Peg”, en el sentido que se está escalando (ajustando) el precio del dólar de forma diaria. Dentro de este sistema la inflación generaba devaluación. Considere el siguiente ejemplo, suponga que un litro de leche se vende a $1000 pesos o $1 dólar, si la tasa de cambio es $1000 pesos por $1 dólar y de repente la leche sube de precio en Colombia a $3000 pesos, los colombianos prefieren importar leche a $1 dólar. Naturalmente aumenta la demanda por dólares, y el Banco de la República vende sus dólares para mantener el precio de la divisa. En el régimen de “Crawling Peg” el Banco Central modifica diariamente el precio del dólar con tal de no perder reservas.


La inflación de los setentas fue testigo de la implementación de la Unidad de Poder Adquisitivo Constante (UPAC). Tenía sentido mantener el poder adquisitivo de los colombianos, quienes veían como sus pesos les permitían comprar cada vez menos bienes, y adicionalmente esos pesos podían adquirir menos productos del extranjero (devaluación). El UPAC fue importante porque promovió el ahorro y los créditos de largo plazo, es decir, como las cuentas de ahorro creían a la velocidad de la inflación y los créditos hipotecarios también crecían a esa misma tasa, los colombianos empezaron a ahorrar en las Corporaciones de Ahorro y Vivienda (CAV), y estas entidades tuvieron recursos suficientes para realizar desembolsos a quienes solicitaban préstamos de vivienda. Un efecto colateral del UPAC y la bonanza cafetera fue la expansión del sector constructor. Por eso me pregunto: ¿Hasta qué punto la enfermedad holandesa de los setentas dejo una huella indeleble en la economía colombiana? Desde esa década la productividad laboral se estancó, aunque recuperó su dinamismo con el auge petrolero de inicios del siglo XXI. **


Figura 2: Evolución del recaudo, gasto e intereses del Gobierno Central

El gobierno Central también ha sido un jugador clave en la Economía del país. Los ochentas muestran como el Estado gastó más de lo que recibió, como consecuencia del incremento en la infraestructura de transporte, energía y minas. *** El mayor gasto era justificable toda vez que expandía la producción, especialmente del sector transporte y su influencia indirecta sobre el resto de la Economía. Aun así, se debe resaltar que desde la creación del Banco de la República hasta antes de los noventas, el gobierno utilizaba al Banco como financiador de sus egresos (el Banco también le prestaba a las ramas de agricultura e industria). Después del divorcio entre gobierno y Banco de la República, los créditos al Estado terminaron, pero desde ese entonces se emiten papelitos de deuda llamados “Títulos del Estado Soberano” (TES) los cuales han aumentado la deuda pública a niveles estratosféricos. En otras palabras, cambiamos un problema por otro, ahora el gobierno no se financia con el Banco Central, pero los bancos comerciales (los propietarios de los TES) le prestan indirectamente al gobierno (conflicto de interés). **** Por otra parte, en los ochentas salió a flote nuestro potencial cocalero, a finales de esa década su producción representaba el 1% de las exportaciones cafeteras, mientras que al terminar los noventas abarcaba el 12% de dichas exportaciones. **** *


Otro gran determinante de la Economía son los ciclos. Estas fluctuaciones se determinaban en buena medida por las variaciones en el precio del café, y a partir de los noventas por los cambios en el precio del petróleo. En esa década la entrada de recursos del exterior, motivada por el proceso de apertura económica y financiera, impulsó la deuda entre empresarios y ciudadanos. Consecuencias de este comportamiento se observaron en el exagerado aumento del precio de la vivienda, el cual más adelante se traduciría en una “burbuja especulativa”. La burbuja inmobiliaria fue enriquecida por el ingreso de dólares, en parte porque el colombiano al observar la caída en el precio del dólar (reevaluación), importó bienes y adquirió créditos como nunca en su historia. Paradójicamente y a diferencia del sector privado, el gobierno redujo su endeudamiento con el extranjero, a pesar de las presiones que emanaban de la Constitución de 1991, por ejemplo, mayor gasto en educación y salud e incrementos en las transferencias territoriales. Al terminar la crisis de 1999 el Estado buscó financiamiento (dado el menor recaudo tributario) y el sector privado salió de la resaca (recortó sus deudas). **** **


Figura 3: Evolución del sector externo (cierre anual)

Ahora es el momento de centrar la atención en el fin del siglo XX y comienzos del siglo XXI. La primera observación se encuentra relacionada con las políticas de apertura económica, en el sentido que no existe consenso en cuanto a sus efectos positivos y negativos. **** *** Lo que sí es claro es que al igual que con el café, seguimos dependiendo del contexto externo, y especialmente del petróleo y el carbón. En consecuencia, nuestro comercio exterior se expandió gracias a la burbuja petrolera de principios del siglo XXI. En la Figura 3 la subida en el precio del petróleo (2002 a 2007) se corresponde con las mayores exportaciones e importaciones. La mayor producción petrolera igualmente explica este crecimiento (la fabricación de barriles diarios se incrementa de 600 mil a 1 millón). Resulta que en 2003 se crea la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) la cual libera de tareas a Ecopetrol y permite su especialización en la producción (en ese periodo también se cuadruplica la Inversión Extranjera Directa). Esa dependencia petrolera se reafirma con la caída de las exportaciones e importaciones al momento en el cual cae el precio del crudo (crisis internacional 2008). Más adelante se repite la historia, vuelve a subir el precio y se expande el comercio hasta que Estados Unidos descubre la fracturación hidráulica (2014).


Tabla 1: Composición del PIB Real desde la Demanda Agregada **** ****

La segunda observación se encuentra relacionada con los paralelismos entre la crisis de 1999 y las consecuencias de los encierros de 2020. En ambos escenarios Colombia registró altos déficit fiscales y comerciales, debido a que importamos más de lo que exportamos y el gobierno gastó más de lo que recibió. Una diferencia importante es que a finales del siglo XX teníamos varias burbujas debido al excesivo endeudamiento. En oposición al 99, la coyuntura muestra como las mayores compras por Internet, los domicilios y el sector comercial lideran la recuperación económica, pero lo anterior refleja mayores importaciones de bienes (y servicios). En estos momentos la Economía aparenta crecer porque la demanda agregada se expande, es decir, el colombiano consume más de lo que produce, y esto genera alzas en los precios. El efecto inflacionario se agudiza por los encierros de 2020, los cuales destruyeron las cadenas de suministro y encarecieron los insumos de los productores (el Índice de Precios del Productor -IPP- se encuentra tres veces por encima del Índice de Precios al consumidor – IPC). **** *****



PD 1: El título de esta entrada es tomado de una guía turística impresa del Museo Nacional de Colombia.


PD 2: Mi historia también es inter regional. En mi infancia tuve amigos de ascendencia paisa y a pesar de ser rolo de nacimiento, todo el Colegio lo viví en Cali y me permee por dicha cultura (soy hincha de un equipo de fútbol caleño).


PD 3: Una muestra de la ausencia de una región dominante la encontramos en el deporte. En lo futbolístico Colombia no tiene una marcada dominancia de la capital como si lo tienen otros países de Latinoamérica, por ejemplo, en Argentina la mayoría de los campeonatos se concentran en los equipos de Buenos Aires (River Plate y Boca Juniors), pero en Colombia las tres principales ciudades, Bogotá (24 títulos), Cali (25 títulos) y Medellín (22 títulos) concentran la mayoría de los campeonatos (77% del total).



Notas y referencias


Figura 1: Fuente: Elaboración propia. Datos Banco de la República.


Figura 2: Fuente: Kalmanovitz (2017).


Figura 3: Fuente: Elaboración propia. Datos DANE y Trading Economics.


Tabla 1: Fuente: Elaboración propia. Datos Banco de la República y DANE.



* Los únicos bienes comercializados que justificaban sus altos costos de transporte eran el tabaco y la sal (monopolio estatal), el ganado (se transporta así mismo), los tejidos de lana y algodón.


** En los setentas se presentó la “enfermedad holandesa”. Cuando el precio de un recurso natural aumenta de forma exagerada, algunos sectores crecen desproporcionadamente. A mediados de los setentas el precio real del café aumento en tres veces. Bajo esta situación entraron muchos dólares a Colombia, lo cual redujo el precio de la divisa, se expandió la construcción y el gobierno, pero decreció la industria. Esta historia se repite con el petróleo en la primera década del siglo XXI.


*** Entre 1907 y 1910 también se registraron alzas en el gasto público, pero en ese tiempo los recursos se destinaron a la construcción de carreteras y ferrocarriles.


**** Cuando el gobierno emite demasiados TES acapara recursos del sistema financiero. Bajo esta situación las empresas tienen menos posibilidades de solicitar préstamos (esta situación se conoce como el “desplazamiento de la inversión” o “crowding out”). Para entender su magnitud, en 2018 el 97% del mercado era deuda pública y el 3% deuda privada.


**** * Este porcentaje se obtiene al dividir la producción de cocaína en toneladas entre los miles de sacos de 60 kg de café verde. En los ochentas ingresaron muchos dólares por vía del narcotráfico, y por este motivo el precio del dólar paralelo (mercado negro) era inferior al precio del dólar oficial (Banco de la República).


**** ** El Banco de la República tuvo sus sesgos. Cuando el dólar se reevaluó en la primera mitad de los noventas, el Banco intervino levemente el mercado, pero cuando la devaluación se volvió un problema, el Banco aumentó las tasas de interés con tal de evitar una fuga de capitales (el incremento en los intereses reventó a los colombianos que habían adquirido créditos hipotecarios, y destrozó a quienes tenían deudas en dólares). Como el dólar seguía subiendo, el Banco de la República optó por liberar el precio del dólar. Desde 1999 el Banco no compra y vende dólares, salvo que la tasa de cambio se vuelva muy volátil (en ese caso los ingresos de los exportadores y los costos de los importadores se vuelven impredecibles, pero pueden contrarrestar dicha volatilidad con forwards).


**** *** Colombia disminuyó su arancel promedio a comienzos de los noventas y su nivel comercial (exportaciones más importaciones como % del PIB) aumentó del 30% al 35%. En ese sentido no es cierto que la apertura económica destruyó la industria, toda vez que ese sector ya venía en declive desde mediados de los ochentas. Aun así, durante los noventas la desigualdad económica medida por el GINI, aumentó de 0,47 a 0,60 probablemente por la apertura. Esto tendría sentido con la transición del café al petróleo, porque los ingresos de las exportaciones pasan de repartirse entre pequeñas familias caficultoras, a concentrarse en grandes multinacionales petroleras (y carboneras).


**** **** Otra fuerza inflacionaria se origina en el precio de los alimentos. El precio de los productos ganaderos (carne de res y leche), avícolas (pollo), las frutas frescas y las papas registran alzas históricas. Habría que preguntarse si existen problemas en las agremiaciones paperas, ganaderas y avícolas; o si estamos ante una dificultad en las exportaciones e importaciones del sector agrícola. Me explico, en 2015 el comercio exterior se contrajo, y a los pocos meses el IPC de alimentos aumentó fuertemente. En 2020 se redujo el comercio exterior, y pasados unos meses el IPC de alimentos se incrementó (en 1926 ocurrió algo similar, la producción interna de alimentos no respondió y sus precios subieron, en ese entonces se redujeron los aranceles a las importaciones de alimentos).


**** ***** Para obtener el 100% (PIB) se suma el consumo de los hogares, la inversión empresarial, el gasto del gobierno y las exportaciones. A este resultado se le restan las importaciones (soy consciente que en 1999 tuvimos superávit comercial, pero en los años previos registramos déficits comerciales). En cuanto al comercio exterior las cifras del DANE difieren de las del Banco Mundial, en parte poque las primeras incorporan los reportes iniciales de comercio, mientras que las segundas reúnen las cifras de la Balanza de Pagos (según el Banco Mundial en 1999 teníamos Superávit Comercial del 1% y en 2020 Déficit Comercial del 3,4%). Esta última observación es gracias a Luis Omar Herrera.



Banco de la República [Base de datos].


Caballero, A. (2016). La economía colombiana del siglo XX: Un recorrido por la historia y sus protagonistas. Penguin Random House Grupo Editorial.


Caballero, A., y Bitar, S. (2015). “The liberal rarity of south america: Oil and mining policy reform in Colombia in the 2000s”, Documento de trabajo Escuela Alberto Lleras Camargo, No 20. Recuperado


Cárdenas, M. (2020). Introducción a la Economía Colombiana. Alpha Editorial.


DANE [Base de datos].


Kalmanovitz, S. (2017). Breve historia económica de Colombia. Biblioteca básica de cultura colombiana. Recuperado


Lora, E. (2021). Economía esencial de Colombia: Las raíces de la crisis. Penguin Random House Grupo Editorial.


Meisel, M (1997). “¿Por qué Colombia no ha tenido hiperinflación? Los determinantes de una política económica estable”, Ensayos sobre Política Económica, 16 (32), 97 - 138. Recuperado


Ocampo, J. A. (2005). “¿Por qué fue tan severa la crisis económica de finales de los noventas?”. Coyuntura Económica, XXXV (2), 72 – 79. Recuperado


Palacios, M., y Safford, F. (2002). Colombia país fragmentado, sociedad dividida, su historia. Editorial Norma.


Sánchez, F., Fernández, A., y Armenta, A. (2005). “Historias monetarias de Colombia en el siglo XX: Grandes tendencias y episodios relevantes”. Documento CEDE, 2005-30. Recuperado


Trading Economics [Base de datos].



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