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La revolución de la percepción

Me considero una persona previsiva, incluso durante la infancia cuando mi madre me enviaba ropa de repuesto. En ese entonces cuando iba a la lavandería de mi tía, el personal de apoyo me preguntaba que cargaba dentro del morral, yo respondía con una frase que se volvería popular: “por si acaso”. Esa forma de ver la realidad, la perspectiva, marcó una huella indeleble, a tal punto que, en el presente, casi siempre cargo una sombrilla. En un sentido más global, la forma de ver el cielo determina nuestro comportamiento, por ejemplo, si creemos que va a llover, alistamos el paraguas, salvo que disfrutemos de una gratificante ducha celestial, o nos consideramos lo suficientemente afortunados de llegar a nuestro destino sin una gota. En cierta forma, nuestra percepción crea los lentes con los cuales vemos el mundo, y estos a su vez condicionan nuestras expectativas, es decir, lo que creemos que nos va a ocurrir.


Dentro del mundo financiero las expectativas rigen el comportamiento de traders, inversionistas y negociadores. Si algunos de ellos esperan que el precio de una acción aumente en 10% dentro de una semana, esa creencia los conducirá a demandar ese título hoy, con lo cual se produce un incremento del precio inmediatamente. Bajo este argumento, los mercados son eficientes, porque los precios reflejan no solo todas las necesidades de inversión sino también toda la información disponible. En otras palabras, los precios reaccionan únicamente a cambios en la información, a las noticias o sorpresas, porque por definición, estos cambios no son predecibles, son el picante que le da sentido a la vida.


Retomando el ejemplo de la acción de la compañía, su precio revela aquello que les interesa a los inversionistas, los recursos que puede generar, es decir, los dividendos esperados ajustados en diferentes momentos del tiempo. Tener la certeza de que el precio muestra el verdadero valor de una firma, es más que una cuestión técnica, un arte; y más aún cuando conocer algo es una tarea de tal complejidad que depende de la perspectiva del analista. Aunque la estimación del precio contiene una alta carga de dificultad, el precio representa el verdadero valor de una empresa en “promedio”, porque en promedio no tendremos la razón de forma absoluta, considerando que nuestros aciertos se compensan con nuestros errores. Ese proceso de aprendizaje se manifiesta al calcular el grado de eficiencia de los mercados financieros, como es el caso de la velocidad con la cual se materializan las sorpresas o las noticias. Tal es el caso de la Figura 1, según la cual, los precios de un grupo de acciones se ajustan el mismo día en el cual la empresa adquiriente anuncia su intención de compra.


Figura 1: Retornos acumulativos anormales ante un anuncio de adquisición*

Algunos claman la eficiencia de los mercados como un hecho evidente, pero existen casos donde esta hipótesis es puesta en tela de juicio. Las burbujas en los precios de activos han sido documentadas como un hecho repetido en la historia, no solo por sus graves consecuencias sino también por el número de afectados. Las más famosas se remontan al precio de los tulipanes en el siglo XVII, las acciones de la “South Sea Company” un siglo después, la burbuja de las compañías ferroviarias a mediados de los 1800s, la crisis de 1929, los precios de las compañías tecnológicas a finales del milenio, y el estallido de la mega burbuja hipotecaria en 2008, en otras palabras, la condición humana implica repetir los mismos errores. En términos generales las burbujas desafían la eficiencia de los mercados, toda vez que, si el precio del activo aumenta desproporcionadamente por encima de su valor verdadero, en algún momento, más tarde que temprano, su precio debe disminuir hasta regresar a lo que realmente vale el activo.


La liquidez de un activo, la facilidad de endeudamiento, la ambición desmedida, y las expectativas de los inversionistas, crean burbujas, porque cuando tienen o creen tener, comienzan a demandar muchos activos, esto a su vez produce un alza en los precios, y al observar tal incremento, ellos creen que esta tendencia va a continuar, con lo cual demandan más, y al hacerlo sus expectativas se cumplen, el precio continua subiendo, pero en algún momento ocurre algo inesperado, la percepción de un trader o un pequeño grupo de inversionistas desafían esa creencia, puesto que consideran que el precio no refleja el verdadero valor del activo, y en ese momento ese grupo comienza a vender. Cuando el mercado observa este cambio, actualiza sus expectativas, con lo cual espera una disminución de precios, cada vez más individuos salen a vender y el precio continúa su descenso.


Las explicaciones económicas de las burbujas se complementan desde la Psicología. Las Finanzas del Comportamiento o “Behavioral Finance” observan que los inversionistas a veces no procesan la información correctamente, puesto de otra forma, interpretan los datos a su manera, y al hacerlo, creen conocer el proceso que genera los movimientos en los precios. Por un lado, tenemos atención limitada, reacciones tardías o sobre reacciones, por ejemplo, una mujer y un hombre se encuentran en un proceso romántico, la mujer envía señales al hombre para que avance o retroceda, pero él puede no entender las señales o puede no prestar atención, con lo cual realiza movimientos tardíos (por indecisión) o toma acciones demasiado apresuradas (por exceso de confianza). Por otro lado, creemos ver patrones junto con su persistencia, como en el caso del clima, si hoy llovió creamos expectativas de que mañana también va a llover, pero cada día es único, y por estos motivos se debe analizar el cielo, las nubes y un infalible reporte meteorológico.


Las Finanzas del Comportamiento reconocen que a pesar de procesar la información correctamente, puede que no tomemos las mejores decisiones. Un caso lo encontramos en la forma de presentar las alternativas, porque de esta manera se determina nuestra percepción de la realidad, por ejemplo, un virus tiene una letalidad del 5% o una supervivencia del 95%. Considerando esos datos, ¿Cuál de esas noticias es más atractiva para un medio de comunicación?, ¿Bajo cual información actuamos desde el miedo? ** Del mismo modo, los afectos y sentimientos juegan un papel importante en nuestras elecciones, tal es el caso de un entrenador de fútbol, quien tiene una loca obsesión por un jugador, ese deportista no es el más talentoso, pero por simpatía, el técnico lo pone dentro del terreno de juego.


Ciertamente las decisiones se toman a nivel micro, pero el ambiente macroeconómico también es importante, y más aún al considerar una variable que despierta el interés entre economistas y financieros, me refiero a la inflación. En este contexto las expectativas también cumplen una función, porque el comportamiento del Banco Central afecta las proyecciones de los inversionistas. Una forma de crear expectativas es suponer que los agentes del mercado conocen o creen conocer al Banco Central, en otras palabras, tienen toda la información disponible sobre esa Entidad, y en cierta forma pueden anticipar cualquier decisión de política monetaria. Si lo anterior le suena familiar, recuerde que los mercados son eficientes si el precio refleja toda la información disponible, y si esto se cumple, se dice que los agentes del mercado tienen expectativas racionales.


Ahora bien, es muy difícil que las expectativas racionales se cumplan en la práctica, por lo cual se asume que los inversionistas tienen expectativas adaptativas, es decir, forman su percepción de la inflación empleando la historia como brújula, por ejemplo, utilizan el espejo retrovisor del automóvil para ver la carretera, y consideran que, si hasta el momento han observado un camino pavimentado, en el próximo kilometro también lo será. Una forma de evaluar la validez de las expectativas adaptativas es comparar la inflación histórica con la inflación esperada. De acuerdo a la Figura 2, la pendiente es positiva, por tanto, los agentes del mercado generalmente aciertan la tendencia inflacionaria, es decir, si esperan que la inflación del próximo año va a ser alta, la inflación del próximo año efectivamente será alta. Adicionalmente, en la Figura 2 los puntos no siempre caen sobre la línea, pero en términos generales parecen una línea, y en ese sentido, en promedio, la mayoría de las ocasiones las expectativas de inflación son correctas.


Figura 2: Expectativas inflacionarias e inflación histórica en EEUU***

A parte de las expectativas adaptativas, las expectativas ancladas fijan un objetivo y encaminan todo para conseguirlo. Los Bancos Centrales implementan un esquema de “inflación objetivo”, según el cual fijan una meta de inflación, en Colombia esta meta es 3%. La idea de las expectativas ancladas es congelar las expectativas de los inversionistas en 3%, sin importar si la inflación actual es superior o inferior a ese dato. La Figura 3 presenta la inflación histórica (línea azul) y la meta del Banco de la República (línea horizontal negra). Según la gráfica, y aunque la inflación se encuentra por encima de la meta, los agentes del mercado esperan una reducción hasta alcanzar el objetivo. Esta situación me recuerda al estudiante que reporta notas a sus padres. Si el alumno tiene exceso de confianza, puede anunciar que obtendrá calificaciones sobresalientes, pero en ese caso el reto tiene bastante dificultad. Si por el contrario, comunica una meta de calificaciones aceptables, conseguirá el objetivo con facilidad, pero alcanzarlo no tendrá ningún mérito. En ese sentido me pregunto, ¿Es más importante hacer promesas o que nuestras acciones muestren quiénes somos?


Figura 3: Expectativas de inflación anual en Colombia****

Al terminar de escribir esta entrada hago consciencia de la importancia de nuestra percepción, nuestras expectativas e información. Cuando un pintor dibuja un cuadro utiliza una visión determinada de la realidad. Esos lentes guían su pincel a cada momento, retroalimentan su trabajo, lo conducen a poner un poco más de color, le permiten expresar un poco más de aquello que se encuentra en su interior. Al terminar la obra, el artista la comparte en una galería de arte. Cuando sus colegas observan la pintura, reciben información de su creador, transforman su interior, cambian su percepción, contemplan al mundo con otros ojos y al hacerlo, retroalimentan al pintor, y este a su vez crea nuevas expectativas. Si este proceso se acelera, la realidad del autor se transmuta más rápidamente, invitándolo a revolucionar su percepción.


PD 1: La lavandería de mi tía se llamaba Lavaseco 22 F porque se encontraba sobre la Calle 22 F.


PD 2: La frase “revolución de la percepción” es de David Icke.


PD 3: Algunas cosas son más conocidas que otras, por ejemplo, un activo financiero que siempre paga lo mismo como un CDT a tasa fija, tiene una estimación del precio más precisa frente al precio de una acción, toda vez que esta última puede tener épocas de auge y contracción, y de ante mano desconocemos cuando van a ocurrir.


PD 4: En relación a las expectativas de los partidos de fútbol, un artículo analizó las posibilidades de que un país obtuviera la Copa del Mundo de Rusia 2018. Aunque se emplean técnicas estadísticas avanzadas, la base del estudio emplea información de las casas de apuestas. Las expectativas del desempeño de los equipos se formaron a partir de la historia futbolística y la actualidad de cada país. De acuerdo a la investigación, las probabilidades de obtener el campeonato eran: Brasil (16,6%), Alemania (15,8%), España (12,5%) y Francia (12,1%). De los mencionados, uno de ellos fue el campeón, Francia, no tanto por tener una historia como la de Brasil o Alemania, sino porque en ese entonces, los galos tenían el mayor valor de mercado, es decir, la suma de los pases de transferencia de sus jugadores era la más alta. En ese sentido existía una diferencia entre las creencias de los apostadores y las expectativas de quienes negociaban a los futbolistas, los primeros creían que tenían la cuarta mejor oportunidad de ser campeones mientras que los segundos esperaban que se alzaran con el título.



Notas y referencias


Figura 1: Fuente: Bodie, Kane y Marcus (2022).


Figura 2: Fuente: Ball (2012).


Figura 3: Fuente: Banco de la República (EME).



*Los retornos muestran los cambios en los precios de las compañías, cuando son positivos implican un aumento de precios (eje vertical). Los días negativos son los días antes del anuncio de adquisición (eje horizontal).


**La forma de presentar las alternativas también tiene su equivalente en la “aversión a la perdida”. Por un lado, preferimos dejar las pérdidas a la suerte frente a tener certeza de la pérdida, por ejemplo, hace poco quería limpiar el armario y botar unos juguetes de la infancia, pero como me resistía, estaba dispuesto a lanzar una moneda donde la cara representaba conservarlos y el sello simbolizaba abandonarlos. Por otro lado, escogemos tener certeza en las ganancias frente a dejar las ganancias a la suerte, por ejemplo, si tuviera la certeza de recibir un video juego frente a la opción de lanzar una moneda, en donde la cara significa conseguir dos video juegos y el sello quedarme con las manos vacías, en este caso me inclinaría por no lanzar la moneda (me gustan los video juegos).


***Las expectativas de inflación se estiman por medio de una encuesta realizada a economistas de negocios. Semestralmente la encuesta pregunta por las expectativas de inflación del siguiente año.


****De acuerdo a la Figura 3 al comparar la encuesta realizada en 2021 (línea verde) y 2022 (línea roja) las expectativas dieron un salto hacia arriba, probablemente porque la inflación de diciembre fue más alta de lo esperado. Por otro lado, las líneas punteadas representan el percentil 10 y 90, es decir, los inversionistas que tienen las expectativas más bajas y más altas en relación al comportamiento de la inflación.



Ball, M. (2012). Money, banking and financial markets. Worth Publishers.


Banco de la República (Enero 2022). “Encuesta Mensual de Expectativas de Analistas Económico (EME)”. Recuperado


Bodie, Z., Kane, A., y Marcus, A. (2022). Essential of investments. Mc Graw Hill.


Cambridge University Press - Academic (15 de octubre de 2020). Boom and Bust: A Global History of Financial Bubbles [Archivo de video].


Zeileis, A., Leitner, C., y Hornik, K. (2018). Probabilistic forecasts for the 2018 FIFA World Cup based on the bookmaker consensus model. Recuperado



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