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La persistencia del conflicto, la pertinencia de la reconciliación

El miércoles 22 de junio de 1994 Andrés Escobar anotaría el único auto gol que Colombia ha recibido en la fase final de una Copa del Mundo. Pasados 10 días de ese evento el jugador es asesinado por la mafia de los apostadores del fútbol. Esa década nos recordó una situación que ha permeado a nuestro país desde antaño, la violencia, con todas sus manifestaciones y mutaciones que van desde la opresión política hasta el abandono estatal. La particularidad de ese periodo consistió en el desmantelamiento de los grandes carteles del narcotráfico, en parte por asesinato (Pablo Escobar en 1993) o entrega a la justicia (Miguel Rodríguez y Gilberto Rodríguez en 1995). El vació de poder que generó la ausencia de carteles fue aprovechado por los grupos ilegales; las guerrillas y paramilitares comenzaron a financiar sus actividades desde el narcotráfico, situación potenciada por el rápido crecimiento de los cultivos ilícitos durante los noventas.*


A finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI los grupos al margen de la ley balancearon las fuerzas del conflicto a su favor. El gobierno no se quedo de brazos cruzados y comenzó a buscar apoyo económico y político. Las estrategias se centraron en aumentar el gasto militar a través de mayores impuestos, destinar los recursos del Plan Colombia en la lucha contra el narcotráfico, reintegrar guerrilleros desmovilizados a la ciudadanía y fortalecer las relaciones del ejercito con la sociedad. Las consecuencias de estas medidas redujeron los combates, especialmente con las FARC.



Figura 1: Número de enfrentamientos con las FARC a nivel nacional (2002 a 2012)

Aunque la cantidad de enfrentamientos con las FARC es bastante irregular, se evidencian dos periodos, antes de 2006 el promedio de conflictos era 814 mientras que después de ese año descendió hasta 612. Una posible causa la podemos encontrar en la “Ley de Justicia y Paz” que si bien fue bastante polémica, los resultados muestran como la desmovilización de los paramilitares disminuyó las acciones ofensivas de ese grupo contra la guerrilla (esta Ley fue implementada en 2005).**



Figura 2: Cantidad de cultivos de coca por hectárea (departamentos con mayor producción)

La pérdida de intensidad del conflicto con las FARC en la segunda parte de la primera década del nuevo milenio, coincide con la lenta disminución en los cultivos de coca en los principales departamentos productores (Antioquia, Arauca, Caquetá, Cauca, Guaviare, Meta, Nariño y Putumayo representaban el 75% del total). Estas regiones igualmente concentran la mayor parte de las hostilidades (60% de los enfrentamientos) y refuerzan la idea de que el narcotráfico es la principal fuente de financiamiento de los grupos ilegales.***



Tabla 1: GINI de tierras y participación en el conflicto por departamento (2012)****

La explicación anterior no toma en cuenta la falta de oportunidades en esas zonas, las cuales se expresan en la inequidad de acceso a la tierra. En esos territorios el GINI de tierras es muy elevado, por ejemplo, los valores fluctúan entre 0,81 (Nariño) y 0,94 (Sucre), en efecto esos departamentos están muy cerca de la desigualdad perfecta (el máximo valor del indicador es 1). La falta de presencia del gobierno nacional permite que los grandes terratenientes quienes son los dueños del proceso político, impidan el progreso de su pueblo, y en ese sentido las actividades ilícitas se vuelven una opción lucrativa.


Para conseguir la reconciliación y el perdón no basta con la presencia del gobierno, la redacción de leyes de desmovilización o acuerdos de paz. En un nivel intermedio necesitamos incrementar la política social con énfasis en infraestructura, educación, justicia y salud, focalizando las regiones distantes y sin esperar soluciones de parte del Estado. En última instancia los colombianos debemos salir del eterno juego de la polarización; liberal o conservador, del centro o la periferia; religioso o no religioso, uribista o no uribista; únicamente hemos cambiado la forma del conflicto, pero no hemos aprendido a colocarnos en los zapatos de los demás, no hemos aprendido a construir sociedad a partir de nuestra riqueza cultural y diversidad geográfica.


Puede sonar utópico, pero la selección de fútbol de James, Falcao, Ospina y compañía, es un claro ejemplo de lo que podemos lograr cuando todos nos colocamos la camiseta y mantenemos una relación cordial con los demás. En ese sentido sueño con el día en el cual 50 millones de almas juguemos como hermanos.


PD 1: La realidad de Colombia es mucho más compleja de lo que muestran los números. Una cita de Alberto Lleras Camargo (1958) señala: “Entre el 71 por ciento de nuestros compatriotas que viven en el campo y el resto de la sociedad no hay comunicación directa, no hay contacto, no hay carreteras, no hay canales de intercambio directo. A quince minutos de Bogotá hay campesinos que pertenecen a otra era, a otra clase social y otra cultura, separados de nosotros por siglos”.*****


PD 2: Un tipo de conflicto más silencioso es la violencia contra niños, niñas y adolescentes. Si bien la tendencia ha sido a la baja, la cifra es elevada (10.345 casos). No menos importante es la violencia contra la población de adultos mayores (1.651 casos).


Notas y referencias


Figura 1: Fuente: Elaboración propia. Datos Ríos, J., Vargas, C., Bula, P., y Novoa, A. (2018).


Figura 2: Fuente: Elaboración propia. Datos Ríos, J., Vargas, C., Bula, P., y Novoa, A. (2018).


Tabla 1: Fuente: Elaboración propia. Datos Ríos, J., Vargas, C., Bula, P., y Novoa, A. (2018).


*Otro legado de la década de los noventas fue la extensión del conflicto al resto de la población. Entre 1985 y 2018 fueron desplazados 8 millones de colombianos (Ver Alto Comisionado para los refugiados de la ONU).


** Lo anterior no descarta que a partir de 2008 la guerrilla haya tomado acciones por ocupar esos vacíos de poder.


*** Toda regla tiene sus excepciones, Guaviare tiene alta participación en cultivos de coca, pero no registra elevados niveles de conflicto. Por el contrario, Arauca contribuye muy poco a la producción, pero se encuentra en las primeras posiciones de enfrentamientos.


**** El dato de Antioquia es de 2011.


***** Tomado de Acemoglu y Robinson (2019). P 441.


Acemoglu, D. y Robinson, J. (2019). El pasillo estrecho: Estados, sociedades y como alcanzar la libertad. Editorial Planeta Colombiana.


A Andrés Escobar lo mataron los apostadores del fútbol (31 de julio de 1995). Semana. Recuperado


Centro Nacional de Memoria Histórica (2018). Ley de Justicia y Paz no le dio garantías a las víctimas. Recuperado


Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (2015). Comportamiento de la violencia intrafamiliar: Colombia. Recuperado


Perry, G. (2019). Decidí contarlo: Conversaciones sobre cincuenta años de economía y política en Colombia. Penguin Random House Grupo Editorial.


Ríos, J., Vargas, C., Bula, P., y Novoa, A. (2018). “Quantitative determinants of the FARC-EP guerrilla violence in Colombia”. JANUS.NET e-journal of International Relations, 9 (1), 137 - 154. doi.org/10.26619/1647-7251.9.1.9

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